Lamborghini Aventador

700 caballos. De cero a cien en 2,9 segundos. 350 kilómetros por hora de velocidad punta. Un motor V12 de 6,5 litros. Un par motor de 690 Nm. Todo ello combinado con un diseño que se acerca más a un F-22 Raptor que a cualquier otro coche. ¿Se puede pedir más?




Los árboles lloran al verlo, los animales huyen despavoridos, los miembros de Greenpeace ponen el grito en el cielo, y todo eso sin haber escuchado el estruendoso sonido proveniente del corazón de esta nueva bestia italiana. Nada más ver su musculoso diseño se sabe cuáles son sus intenciones. Este no es un coche diseñado con la misión de salvar a alguna especie endémica. Este no es un deportivo con la intención de aunar velocidad y ecología. Esto es un Lamborghini Aventador.

Al pulsar el botón de arranque, similar al que activa el lanzamisiles en un caza, nos sumergimos de lleno en la historia de Lamborghini y sus V12. Desde que en 1966 se pusiese a la venta el Miura, la marca italiana ha estado utilizando estos inmensos motores para impulsar a los modelos superiores de su gama. No importa el hecho de que estemos viviendo un momento en el que los fabricantes de coches están adaptándose a fabricar motores más pequeños; el nuevo Aventador se sitúa en la senda del Miura, el Countach, Diablo y Murciélago.

Pese a coger el relevo de sus antecesores, el Lamborghini Aventador cuenta con un nuevo motor 6.5 V12, y es aquí donde llegamos a la parte más interesante del nuevo Aventador. Este nuevo propulsor desarrolla la impresionante cifra de 700 caballos y lo catapulta hasta los 350 km/h. Desde parado, este Lamborghini es capaz de alcanzar los 100 km/h en 2,9 segundos. A todo esto hay que añadir los 690Nm de par motor y la nueva caja de cambios automática de siete velocidades que puede proporcionar la máxima aceleración desde el arranque. 


Para mantener toda esta potencia en la carretera y evitar que el conductor acabe fuera de la carretera en la primera curva, el Aventador cuenta con un nuevo sistema de tracción integral Haldex. Este nuevo sistema es capaz de enviar hasta el 60% del par motor a las ruedas frontales. Obviamente el hecho de que use unos neumáticos Pirelli 255/35 ZR 19 delante y unos 335/30 ZR 20 detrás también ayuda a mantenerse en la calzada. Además hay que recordar que el Aventador cuenta con un bastidor diseñado con piezas de plástico recubiertas por fibra de carbono que proporciona una gran rigidez al coche.

En caso de que la confianza del conductor sobrepase a sus habilidades, el Aventador cuenta con un sistema de frenos cerámicos de 400 mm y 380 mm de diámetro (delante y detrás, respectivamente), con un alerón en la parte trasera que se activa con la velocidad y con un control de estabilidad que puede ser programado por el conductor. Seguro que en este punto más de uno se habrá preguntado acerca del interior del Aventador.

Teniendo en cuenta la fama de los anteriores Lamborghini, en especial los de antes de la etapa Audi, uno podría esperar que el Aventador fuese un desastre de puertas para dentro. Afortunadamente este no es el caso. El nuevo Aventador cuenta con un interior completamente acorde al resto del coche, aquí no hay piezas que funcionen igual que en 1987, en el interior nos encontramos con un nivel de calidad nunca antes visto en la marca italiana. Nivel que de hecho no proviene de Lamborghini, ya que gran parte de los controles provienen de Audi.

La enorme consola central, que acapara la atención nada más abrir la típica puerta de tijera, nos transporta al interior de un caza militar. Esta sensación se magnifica al contemplar los gráficos de los relojes de la instrumentación, pero en especial al pulsar el botón de arranque, que hace que pienses que vas a disparar un misil al avión enemigo. Obviamente el equipamiento es generoso, pero eso era de esperar, teniendo en cuenta que hablamos de un coche de más de 300.000 €.

Hasta aquí puede parecer que el Aventador es un perfecto ejemplo de la suma de la calidad alemana y la pasión italiana por los superdeportivos extremos, que está libre de defectos, pero en realidad sí que los hay. Para empezar, hablamos de un coche que mide 1,13 metros de altura, y que cuenta con puertas que se abren hacia arriba. Esto queda muy bien estéticamente, pero el hecho es que para una persona normal resulta algo complicado acceder y salir del habitáculo. No hablemos ya de una persona algo entradita en años, o en kilos. Pero la altura no es el único problema del Aventador.

Con sus 4,78 metros de largo y sus más de 2 metros de ancho, no resulta precisamente sencillo conducirlo en determinadas carreteras o centros de algunas ciudades europeas. También recordemos que esos 700 caballos de potencia no se alimentan precisamente de aire. Con un consumo combinado de 17,2 l/100 km (en ciclo urbano la cifra se dispara hasta los 27,3 litros) resultará más económico dar una vuelta en un transbordador espacial que llenar los 90 litros del depósito. Y para aquellos que estén preocupados acerca de las emisiones, allí van: 398 g/km de CO2.

No creo que nadie esperase que estuviese por debajo de los 119 g/km. Ah, tampoco hay que olvidarse del precio. Aunque tratándose de un Lamborghini no iba a rivalizar con el nuevo i30 de Hyundai. Lo que tenemos en la última creación de Lamborghini es un ejemplo de cómo la marca italiana se ha adaptado a los tiempos que corren.

El nuevo Aventador es un coche más completo y maduro que el antiguo Murciélago, está mucho mejor terminado y es más moderno y complejo que su predecesor. Pero pese a todo esto, y pese al hecho de que desde que Audi tomó control de la marca italiana se ha perdido algo de la esencia original, éste Aventador sigue siendo un toro capaz de transmitir su coraje.


    










No hay comentarios:

Publicar un comentario